Lorena y Alberto son de Venezuela pero viven en Boston donde tienen su trabajo y su nueva vida. Querían una boda donde sus amigos, los nuevos y los de toda la vida, y sus familiares se conocieran y pudieran hablar entre ellos para conocerse y compartir experiencias.
Eligieron El Convent de Blanes que, como siempre, estuvo a la altura de las circunstancias y no defraudó! Un lugar mágico que nunca deja indiferente! Tengo que reconocer que las bodas en El Convent de Blanes son siempre especiales. En este caso, la mezcla de gentes, la simpatía de Lorena y Alberto y el buen hacer de la organización de El Convent de Blanes nos regalaron una boda que recordaremos durante mucho tiempo!
Os mando un fuerte abrazo directo a Boston!